Una medida que busca modernizar el tejido empresarial, aumentar la transparencia y facilitar el control fiscal, pero que plantea dudas:
¿Cómo se implementará? ¿Qué implica para las autoescuelas? ¿Y qué deben hacer los centros que todavía gestionan facturas en papel o Excel?
Una obligación que se aproxima
La nueva Ley Crea y Crece, aprobada en 2022 y en proceso de aplicación total para 2025, establece la facturación electrónica obligatoria para todas las empresas y autónomos que emitan o reciban facturas en España.
El objetivo: reducir la morosidad y digitalizar la economía.
Según el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, la normativa afectará a más de tres millones de negocios, entre ellos miles de autoescuelas que hasta ahora facturaban manualmente.
“El papel desaparecerá del proceso contable. Las empresas deberán emitir, enviar y conservar las facturas en formato electrónico y con trazabilidad completa”, explican fuentes del ministerio.
Qué supone para una autoescuela
Para una autoescuela típica, acostumbrada a gestionar recibos, cobros de cursos CAP o matrículas de forma manual, el cambio será significativo.
Las principales implicaciones son:
- Fin del papel y los Excel: todas las facturas deberán generarse y conservarse de forma digital, con un formato estructurado (Facturae o similar).
- Plazos más estrictos: las facturas deberán emitirse y compartirse con clientes y administraciones dentro de plazos automáticos.
- Trazabilidad total: cada operación quedará registrada y accesible para inspecciones o auditorías.
- Conexión con plataformas públicas y privadas: las autoescuelas que trabajen con organismos o formación bonificada deberán integrarse con sistemas electrónicos de envío.
Todo esto obliga a contar con un sistema de gestión centralizado, que automatice el proceso y garantice el cumplimiento de la ley sin añadir más carga administrativa.
De la obligación a la oportunidad
Aunque la medida genera inquietud, también abre una puerta a la eficiencia.
Con un sistema digital, emitir facturas deja de ser una tarea manual: se convierte en un flujo automático conectado con las matrículas, los cursos y los cobros.
“Las autoescuelas que ya están digitalizadas llevan ventaja: pueden integrar la facturación en su CRM y evitar duplicar datos”, explica Laura Rodríguez, consultora en transformación digital. “Lo que antes se hacía a mano en 10 minutos, ahora se hace con un clic”.
Además, la digitalización de la facturación permite:
- Evitar errores humanos y duplicidades.
- Controlar pagos y vencimientos.
- Mejorar la transparencia ante clientes y administraciones.
- Ahorrar tiempo y costes de gestión.
Cómo prepararse antes de que sea obligatorio
El consejo de los expertos es claro: no esperar al último momento.
Las autoescuelas pueden empezar a adaptarse ya con sistemas compatibles con la futura ley.
Una opción es integrar la facturación dentro del CRM de gestión.
Herramientas como Neomentor permiten vincular cada curso o matrícula con su correspondiente factura electrónica, enviarla automáticamente al cliente y mantener todo el histórico accesible en la nube.
Esto evita tener que usar varios programas distintos (uno para alumnos, otro para contabilidad, otro para facturación) y garantiza el cumplimiento normativo desde un único entorno.
Una transición inevitable (y positiva)
La facturación electrónica no es solo un cambio legal, es un paso más hacia la modernización del sector.
Durante años, las autoescuelas han trabajado con procesos manuales que ahora pueden automatizarse para ganar agilidad y control.
En 2025, quienes se anticipen tendrán una ventaja clara: menos carga administrativa, más profesionalización y una imagen moderna ante alumnos y empresas.
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